Quiet place, a photo by rutroncal on Flickr.
•Los ejercicios estáticos(dinámicos por dentro, sin movimiento)
•Los ejercicios dinámicos(ejercicios con movimiento)
1)La sofronización simple:
Se empieza por un estiramiento libre. Ahora me siento confortablemente, cómodamente... me relajo bien, saboreando este estado de relajación, luego de la tensión...
Cambio de nivel de conciencia: Pongo mi atención hacia lo interior de mí mismo. Los ruidos existen pero no los activo. Llevo mi atención por dentro. Primero en la respiración, observo el aire que entra y sale, su calor o frescura, el movimiento del diafragma y de las costillas. Pongo en marcha el proceso de relajación muscular de arriba hacia abajo, de la cabeza a los pies. Relajo el rostro, relajo aun más con la espiración. Luego con la espiración lenta relajo los hombros para permitir que el cuello y la nuca se relajen, se suelten y facilitar la circulación cerebral. Finalmente sigo con todo el cuerpo: Brazos, manos, espalda, pecho, cintura y vientre, pelvis, muslos, piernas y pies. Aprecio la descompresión, el bienestar mental, la relajación de todo mi cuerpo, desde adentro, en mi espacio interno que voy percibiendo de a poco.
2) Ponerse en posición cómoda (tendida, sentada o de pie)
•Cerrar los ojos
•Toma conciencia de su posición desde el interior
•Tomar conciencia de su respiración (su ritmo, su amplitud, en que parte del cuerpo se respira, la temperatura del aire, etc)
•Relajar su cuerpo parte por parte empezando desde la cabeza y llegando hasta los pies (o desde los pies hasta la cabeza) “Me concentro en la sensación de la forma de mi cabeza... la forma de mi frente y la suelto, etc)
•Quedarse un rato sin hacer nada, solo sintiendo todo su cuerpo, relajado pero bien presente, lleno de enrgía. Tomar conciencia de bajar hacia el borde del sueño mientras se percibe el bienestar y la tranquilidad.
3)Practicar dos o tres ejercicios a su elección
Después de cada uno se pregunta ¿Qué estoy sintiendo ahora? ¿Cómo se produce la relajación después del Movimiento y se deja bajar más “hacia el borde del sueño” mientras se siente más presente en sí mismo.
4)Fijarse de nuevo en su respiración y mientras se siente su ritmo, se repite mentalmente una palabra o una frase elegida afirmativa y positiva. Decírsela con mucha fe y convicción; por ejemplo: “tengo muy buena salud”, “estoy cada vez mejor”, “Tengo confianza en mí”. En lugar de decirse una palabra puede fijarse algún proyecto positivo.
5)Para terminar: mover poco a poco los labios, sus manos, sus pies, estirarse lentamente. Tomar su tiempo para reactivar su cuerpo y sentir lo lleno de energía que está.
6)Se aconseja escribir lo más importante de lo que sintió en esta sesión.
Autor: Jean Marie Isch Schneider Sofrólogo-Gerontólogo
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