domingo, 26 de junio de 2011

177/365. ¿Qué haces con un obstáculo en tu camino?

Las puertas cerradas ¿qué significan para nosotros? ¿qué necesitamos para abrirlas? ¿cuándo vemos una puerta cerrada pensamos en otros caminos que no sean el cruzar esa puerta? ¿planteamos todas las opciones? ¿nos "rendimos"?

Ante los obstáculos podemos reaccionar de diferentes maneras, desde quedarnos sentados esperando que el obstáculo desaparezca, rodearlo ignorando su existencia o superarlo como sea...

No quiero reflexionar sobre este hecho, me gustaría que pensáramos sobre el aprendizaje que supone enfrentarnos y/o superar un obstáculo. En ocasiones aunque hayamos pasado esa situación, nos centramos en el "porqué a mí", lo positivo sería superar esa primera fase para pensar en el "qué puedo hacer si ocurre de nuevo", es decir, ser resilientes, aprender, conocernos a nosotros mismos (lo bueno y a mejorar) y ser capaces de superarnos en cada dificultad, ya que de cada situación a resolver, estoy segura que somos capaces de encontrar un tesoro (un aprendizaje, una experiencia de superación, una demostración de confianza, etc...)

Para reflexionar sobre esto, ¿qué tal un cuento? es de Claudio M. Pérez B. y se llama "Obstáculos en el camino"

"Seis siglos atrás, en los dominios de un rey chino, había un crisis generalizada de motivaciones y el soberano, muy preocupado por su pueblo, se puso a pensar como despertar en algunos de sus súbditos algún interés por los bienes públicos. La gente no cuidaba los parques, si algunas piedras del Puente se derrumbaban, así quedaba ya que nadie las reponía. Los caminos eran horadados por bueyes sin ningún cuidado precisamente los días de lluvia, que era cuando más necesitaban ser protegidos de las ruedas de las carretas.

Una mañana el Rey colocó una gran roca obstaculizando unos de los caminos más importantes. Y cuando la gente de su séquito no lo observaba, escondio bajo la piedra una bolsa de monedas de oro; y después se escondió para observar la escena.

Estuvo largo tiempo observando a la piedra y la gente que pasaba, pero nadie se molestaba en sacar el obstáculo y peor aún, otros directamente la rodeaban y seguían su camino. Muchos se detenían a proclamar que las autoridades no tenían verguenza por no mantener los caminos despejados e inculpaban directamente al Rey; pero ninguno de ellos hizo nada para sacar la piedra del camino.

Un anciano vecino, que vivía en el condado más descampado, pasaba por allí exhausto con un fardo de leña sobre sus hombros; y la vio. Se detuvo, analizó que eso era un impedimento. Luego se aproximó a ella, puso su carga en el piso trabajosamente y trató con mucho esfuerzo de mover la roca a un lado del camino y quitar el obstáculo. La gente seguía pasando desinteresadamente. El pobre anciano, casi sin fuerzas, empujó y empujó y hasta llegó a fatigarse mucho, pero lo logró.
Mientras regresaba a recoger su fardo de leña, vio en el lugar donde estaba la piedra, una pequeña bolsita sobre la tierra. Se acercó, la tomó en sus manos y la abrió. Fué grande su sopresa cuando descubrió el tesoro que había en ella ya que las monedas de oro eran muchas. Cuando las tomo entre sus dedos, encontró un nota del mismo rey diciendo que el premio era para la persona que removiera la roca como recompensa por despejar el camino.

El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad, tanto para ayudar a los demás como para ayudarse asimismo"



9 comentarios:

  1. Siempre que alguien habla de que "una puerta se cierra" pensamos directamente en la frase: "cuando una puerta se cierra, se abre una ventana"

    Se, se, se, y si no se abre otra, ¿qué? Mejor abrirlas nosotros ¿no?. Desde hace unas semanas hay un disco que no me puedo quitar de la cabeza, y en una de sus canciones dicen una frase que me encanta: "si cierran la mirilla, rompo la ventana"

    Quizás soy demasiado de frases (frases de cine, frases de canciones...), pero esa soy yo. Y al leer esta entrada, no he podido evitar pensar en ésta.

    Un beso Rut!

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  2. Rodear, evitar, escapar, ... o hacer. Dificiles elecciones. Y para mi lo peor, lo mas duro, lo que de verdad diferencia la edad adulta de la infancia, es la necesidad de elegir, de renunciar a algo, de optar por algo.

    Y soy de los que se enfrentan a los problemas, por duros que sean, de frente, eso si, temblan do muchas veces, respirando hondo, aceptando las consecuencias.

    Pero sigue siendo duro. Para todos. Es mas facil escaparse, rodearlo.

    Y es cansado. Y duro. Y,... que te voy a contar.

    Gracias,... otra vez.

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  3. Gracias Rafa, gracias Pilar!! la verdad es que según el momento en el que se encuentre uno hace la lectura de este cuento y le da una interpretación diferente...

    Yo soy como tú Rafa, normalmente soy de las que se enfrenta a los problemas, mirando de frente y tratando de ser consecuente con las consecuencias (valga la redundancia), aunque reconozco que en ocasiones viene bien mirar el problema desde cierta distancia y permitirte ampliar el punto de mira... porque a veces nos empeñamos en cruzar por el medio cuando hay otras opciones que sirven de palanca o que tienen menos espinas... es cansado, duro... pero merece la pena.

    Y también me gusta como a tí Pilar encontrar una frase, una canción, un cuento (qué te voy a contar!! jajajaja) para mí son claves porque me sirven para sintetizar un pensamiento, sentimiento y/o emoción de forma mucho más rápida... como si pusieran una linterna al final del camino, verdad??

    Gracias a ambos de nuevo por comentar.
    Un beso y un abrazo. Feliz noche de Domingo

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  4. Me ha gustado mucho el artículo, enhorabuena.

    Creo que no hay una forma única de salvar un obstáculo: atravesarlo, pasar por encima, rodearlo o incluso eliminarlo. En el caso del cuento que mencionas, cada uno eligió su forma y la del anciano requirió quizás más esfuerzo, aunque también obtuvo su recompensa.

    Soy partidario de analizar bien el obstáculo antes de abordarlo, para ver sus debilidades y elegir la mejor opción. Y siempre que se pueda, fragmentarlo para que una montaña se convierta en una sucesión de pequeñas colinas.

    Un saludo ;-)

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  5. Gracias Chema!, totalmente de acuerdo, aunque ojalá todos los problemas pudieran convertirse en una sucesión de pequeñas colinas ¿verdad? lo malo, son aquellas situaciones que casi vienen definidas con una primera decisión.

    Gracias de nuevo por pasarte por aquí y comentar!!!
    Un saludo!

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  6. Hola,
    El campesino aprendió algo además, pero me llama la atención que su enfoque sobre salvar el obstáculo tiene en cuenta ayudar a los demás.
    Yo creo que hay muchos tipos de obstáculos y que no nos enfrentamos a ellos siempre de la misma forma. Yo al menos creo que no lo hago.
    Saludos

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  7. Me encanta tu reflexión Blanca!! es cierto!!, la forma en la que el campesino se enfrenta a los obstáculos tiene presente a los demás... y eso es algo que debemos de tener en cuenta cuando nos enfrentamos a los problemas...
    Y sí, en función de la situación en la que nos encontremos y si el estado de animo....
    Muchas gracias por compartir!!
    Saludicos!

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  8. Mi psicólogo siempre decía: "el obstáculo es la palanca" ....

    " .... y dicen que si una puerta se cierra se abre otra, nosé
    más grande, más bonita y más fácil que ayer

    y ésta vez creo en vez de una puerta viene un ventanal
    muy sólido muy fuerte y con vistas al mar .... "

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  9. Me encanta la metáfora Juana... creo que es muy gráfico y es cierto. Los obstáculos son palancas si les dejamos que lo sean y les damos la oportunidad que se merecen, nos permiten aprender y nos permiten superarnos... si fuera una carretera sin curvas... que aburrida ¿no?
    Muchísimas gracias por compartir.

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