Comenzar este año ha sido especialmente significativo para mí. Me encuentro en una etapa completamente nueva, dando mis primeros pasos como psicóloga en prácticas en un gabinete especializado en TOC. Aunque siempre he tenido esta vocación dentro de mí, nunca pensé que estaría viviendo esta experiencia a mi edad, un poco como Ben, el personaje de Robert De Niro en El Becario. Con humildad, curiosidad y muchas ganas de aprender, me estoy adaptando a este nuevo rol, recordando que nunca es tarde para comenzar de nuevo.
A lo largo de mi trayectoria profesional, tanto en el coaching como en la formación, siempre sentí que estaba trabajando desde una mirada psicológica.
Escuchar, guiar y acompañar han sido pilares de mi trabajo. Ahora, en este ámbito, como psicóloga general sanitaria en prácticas, estoy aprendiendo que marcar la diferencia no siempre implica grandes gestos. A veces, basta con estar presente, ofrecer un espacio seguro y, como diría Ben, tener un pañuelo a mano para esos momentos en los que alguien lo necesita.
Dos elementos fundamentales son la resiliencia y el insight, claves para avanzar. La resiliencia no es algo con lo que nacemos, pero sí algo que podemos trabajar. Es esa capacidad de adaptarnos a los cambios y crecer incluso en las circunstancias más difíciles. Lo he visto en personas a las que he acompañado y también en mi propio camino, ya os lo he compartido en los post anteriores. Pero lo que realmente nos impulsa hacia adelante es el insight, la toma de conciencia, ese momento en el que logramos ver con claridad lo que está ocurriendo en nuestra mente y nuestras emociones.
Te invito a reflexionar con estas preguntas:
- ¿Qué historia te cuentas a ti mismo/a sobre las dificultades que enfrentas?
- ¿Qué podrías descubrir si te permitieras mirar tu situación desde otra perspectiva?
- ¿Qué recursos, dentro o fuera de ti, podrían ayudarte a avanzar?
Es verdad, que cuando estamos inmersos en nuestros pensamientos, puede ser difícil encontrar claridad. Una técnica sencilla pero poderosa que utilizo es la de externalización de pensamientos. Se trata de escribir, sin filtros, todo lo que pasa por tu mente durante cinco minutos al día. No se trata de juzgar ni buscar respuestas, sino de volcarlo todo sobre el papel.
Cuando termines, toma un momento para leer lo que escribiste, como si fuera una carta de otra persona. Pregúntate:
- ¿Qué patrones aparecen de forma recurrente?
- ¿Qué emociones hay detrás de estos pensamientos?
- Si estos pensamientos fueran consejos de un amigo/a, ¿los seguirías?
Este ejercicio no solo ayuda a ganar perspectiva, sino que también fomenta el insight y nos permite descubrir aspectos de nosotros mismos que quizá habíamos pasado por alto.
Los/as que sois viajeros/as frecuentes de este blog… o me habéis acompañado en formación, lo sabéis… me encantan las historias y los cuentos, creo que el siguiente cuento sufi seguro que nos sirve para ilustrar la conexión de la resiliencia y el insight para afrontar los cambios inesperados. La historia se titula: El anciano y la tormenta. Dice así:
“En una aldea remota, una fuerte tormenta destruyó el único puente que conectaba el pueblo con el mundo exterior. Los habitantes, angustiados, acudieron a un anciano sabio en busca de consejo. “Estamos perdidos. Sin el puente, no podremos salir de la aldea ni recibir ayuda”, decían.
El anciano les respondió con calma: "Cuando el puente desaparece, aprendemos a construir barcas."
Confusos, los aldeanos insistieron: "¿Cómo podremos hacerlo? Nunca hemos construido una barca. No sabemos por dónde empezar."
El anciano sonrió y dijo: "El aprendizaje comienza con el primer paso, y el camino se hace aprendiendo. El puente ya no está, pero la tormenta nos ha dado una oportunidad: descubrir algo que nunca creímos posible."
Con su guía, la aldea trabajó junta, aprendiendo a construir barcas. Exploraron nuevos rumbos y descubrieron que, al cruzar el río en sus propias embarcaciones, podían llegar más lejos que con el viejo puente.”
A veces, los cambios inesperados nos invitan a explorar salidas que no nos hubiéramos atrevido a tomar por miedo. Y en ese proceso, nos redescubrimos, dejando que emerjan partes de nosotros/as mismos/as que ni siquiera sabíamos que existían. Como los aldeanos, el desafío nos lleva a superar nuestras propias limitaciones, y con ello, muchas veces, llegamos más lejos de lo que habríamos imaginado.
Si este tema resuena contigo, te recomiendo el libro "La mente distraída" de Daniel Goleman y Richard J. Davidson. En él, los autores exploran cómo cultivar la atención plena puede transformar nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo. También, el vídeo TED de Kelly McGonigal, "Cómo hacer del estrés tu amigo", es una joya para cambiar la perspectiva sobre cómo vivimos las emociones desafiantes.
Si algo estoy aprendiendo en esta etapa, es que nunca es tarde para aportar lo que llevamos dentro y, al mismo tiempo, seguir aprendiendo. Pienso en Ben, en El Becario, y en su capacidad para adaptarse y mostrar que la experiencia vital siempre encuentra formas de marcar la diferencia.
Es un recordatorio de que siempre estamos aprendiendo y, al mismo tiempo, siempre podemos marcar la diferencia con nuestra experiencia y actitud.
Así que, ¿qué pequeña acción puedes tomar hoy para acercarte a la vida que deseas?
¿Y cómo puedes marcar la diferencia, aunque sea de forma sutil, en la vida de alguien más?