Conducir por la carretera del Saler hacia Sueca atravesando las plantaciones de arroz, ese arroz a punto de tener que ser recogido, con ese color amarillo verdoso y ese olor tan característico...
Las ventanillas bajadas...
Sin música...
Conversación pausada...
Aire fresco a las 10.00 de la mañana...
Sin prisas, disfrutando de la carretera y del corto viaje... hacen que el Domingo tenga más sabor de lo habitual a Domingo.
¿no creéis?
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