Los puentes me han recordado otro cuento que leí hace tiempo y que lo he recuperado en internet. Como siempre, a mi me ha hecho reflexionar, en este caso, sobre cómo a veces el reencuadre de una situación puede cambiar totalmente el sentimiento.
El cuento se llama: Construyendo puentes
Erase una vez, dos hermanos que vivían en granjas vecinas cayeron en un conflicto, que comenzó con un pequeño malentendido y fue creció hasta ser una barrera inseparable.
Una mañana alguien llamó a la puerta de uno de ellos. Al abrirla encontró un carpintero que le dijo:
- Estoy buscando trabajo por unos días.
- Pues tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había un hermosa pradera entre nosotros, él tomó su tractor y desvió el cauce del arroyo para que nos separara. ¿Vé usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una gran cerca para no verlo nunca mas.
- Creo que comprendo su situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejara satisfecho.
Aquel hermano ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir al pueblo. El carpintero trabajó duro midiendo, cortando y clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo. El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, no había ninguna cerca, en su lugar había un puente. Un puente que además unía las dos granjas a través del arroyo.
En ese momento, su hermano menor, vino desde su granja y abrazandole le dijo:
- ¡Eres una gran persona, mira que construir este hermoso puente después de lo que te he hecho y dicho!
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas, ¡no¡, espera, le dijo el hermano mayor. “quédate unos cuantos días, tengo muchos proyectos para ti”. “me gustaría quedarme”, dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes por construir.
Y a vosotros, ¿qué os hace pensar este relato?
Muy bueno, el cuento lo dice todo, mejor dediquémonos a construir y reconstruir puentes, lazos, relaciones y no barreras que más que protegernos del mundo (que es lo que se pretende en general), nos aisla y nos derrota.
ResponderEliminarUn beso!
A mí me hace pensar que, aunque nos empeñemos en lo contrario, hay gente maravillosa por todos sitios, gente que en lugar de distanciar, trata de unir, y eso me gusta. Me hace seguir creyendo en las personas.
ResponderEliminarGracias Rut, me ha encantado, como siempre.
Un beso!!
Jesús, Pilar! cuánto me alegro de que os haya gustado el cuento...
ResponderEliminarYo opino eso mismo, no sólo con nuestras relaciones sino también ayudar a los demás a construir puentes con aquellas personas con las que están viviendo una situación de conflicto. En ocasiones cuando alguien cuenta un enfado o una situación de conflicto, hay gente que se dedica a "echar más leña al fuego", la opción está en ser neutral cuando se haya de ser neutral y ayudar a construir puentes donde todavía es posible.
Un beso a los dos y muchas gracias por vuestros comentarios.