sábado, 23 de abril de 2011

113/365. Cuento sobre la amistad


Te voy a comerrrr, originalmente cargada por rutroncal.
Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales( a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…)
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos.
En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:


Buenos días.
Buenos días - Respondió el guardián
¿ Cómo se llama este lugar tan bonito?.
Esto es el cielo.
Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles..
A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
Buenos días – dijo el caminante.
El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar.
Podéis beber toda el agua como queráis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.
El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre
Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
CIELO.
¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.
El caminante quedó perplejo.
Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡ Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante.
De ninguna manera! – increpó el hombre
En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…
Paulo Coelho.

9 comentarios:

  1. Un placer pasar por tu casa,
    que tengas un feliz fin de semana.
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por pasar Ricardo! espero que puedas quedarte por aquí... siempre serás bienvenido.
    Feliz fin de semana
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Pelos de punta leyendo esta historia. Además creo que me viene al pelo. Como siempre gracias.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por comentar Olga!! a mi también me emociona este cuento... por todo lo que significa y el sentido que cada uno le encontramos a este tipo de lecturas.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  5. Preciosa historia, emocionada me ha dejado, de verdad. Si es que eres la caña!!!!!! ;)

    Un abrazo enoooooooooooooooorme!!!!

    ResponderEliminar
  6. jajajaja Maritere!! me alegro de que te haya gustado... ya sabes que a mí me encantan las lecturas, que las utilizo en mi trabajo y que sobre todo en cada uno de nosotros mueven cosas diferentes... y eso es lo maravilloso ... que cada uno se permite reflexionar en su fuero interno mucho más profundamente a través de las palabras de cuentos que a través de sus propias verbalizaciones....

    Tu si que eres la caña!! y un sol enooooormeeeee!!!
    Un besazo!

    ResponderEliminar
  7. Por cierto, la foto de Luna, simplemente genial! Es taaaaaaaaan bonita!!! "Jamón!" ;)

    Pd: lo de que eres la caña lo dije yo primero!!! jejeje!!! :P

    ResponderEliminar
  8. Cuento con moraleja como las fábulas que leía de niña. Sí, las de Esopo y Lafontaine me divertían y cuando llegaba la moraleja final ponía los ojos como platos, abría las orejas y pensaba: Mónica atenta, que esta última frase es la que debes comprender y recordar pues es tu enseñanza de futuro. Lo mejor, son las lecturas personales que puedes extraer de los cuentos. Me ha gustado mucho !!!

    ResponderEliminar
  9. Gracias Mónica!!! Yo de pequeña devoraba los libros buscando respuestas y/ o lecciones de algo que pudiera ser útil para "cuando fuera mayor"... me identifico plenamente contigo... :) por eso me gusta tener lecturas, cuentos, poemas, relatos,... para mis clases y también para este blog, para compartirlas con quien tenga las mismas inquietudes...

    Un beso enorme y me alegro mucho que te haya gustado!! :)

    ResponderEliminar