Desde hace mucho tiempo, me gusta incluir en mis cursos un pequeño apartado de reflexión a través de una lectura que actúe en forma de semilla; que deje un sabor, en cierto modo, agridulce y que nos invite a cambiar cosas o a inspirarnos nuevos objetivos.
Un cuento que me encanta leer en organizaciones cuya estructura es rígida, estancada con los años y con alta resistencia al cambio es el de "El Elefante Encadenado", un cuento de Jorge Bucay que invita a reflexionar a todo el mundo, pero sobre todo a las personas más resistentes a hacerlo, a aquellas que están trabajando desde hace muchos años en este tipo de organizaciones.
La reflexión es muy simple, cuando estamos en una organización de estas características esperamos encontrar en un primer momento una estabilidad, tanto económica como profesional, una tranquilidad que nos permita tener un trabajo casi asegurado hasta el fin de nuestros días laborales.
El caso es, que cuando cambiamos a este trabajo, depende del bagaje que tengamos y el puesto al que accedamos, pero como norma general, entraremos con mucha ilusión, ganas de aportar, de aprender y de hacerse valer... el problema es que en estas organizaciones has de adquirir un estatus para que se tengan en cuenta nuestras aportaciones (y en ocasiones ni tan siquiera....)
La cuestión es que al entrar, tenemos mucha energía; energía que se va escapando y chocando con la triste realidad, no vemos que en esos momentos no podemos cambiar nada y nos acabamos resignando e incluso frustrando.
El problema es que esa resignación hace que nos olvidemos de la ilusión con que entramos ese día, de la energía que teníamos y las ideas y motivación por el cambio positivo, por las posibilidades de mejora.
Ese olvido de quienes éramos y qué era lo que queríamos, hace que hoy no seamos conscientes de lo que podemos hacer. Probablemente hoy nos encontremos en una posición jerárquica que nos permita volver a encontrarnos con esa imagen de nosotros mismos, que un día nos permitió vislumbrar un futuro de posibilidades, un camino hacia el cambio y porqué no... de la autorrealización como profesionales aún a pesar de la organización para la que trabajemos.
Si lo pensamos... incluso esta resignación ha formado tanto tiempo parte de nuestra vida... que pensamos que es parte de nosotros y no somos conscientes que la hemos adoptado por el camino. Aprendamos también a disfrutar del presente, porque como dice una frase de Eleanor Roosevelt: "Yesterday is history. Tomorrow is a mystery. Today is a gift, that's why they call it the present" (El ayer es historia, el mañana es un misterio. El hoy es un regalo, por eso se llama «presente»), frase, que por cierto, sale en la película Kun Fu Panda :D
Es verdad. Me gusta la historia del elefante encadenado. Conozco un sitio, no lejos de aquí que hay un cementerio de elefantes encadenados. Esos elefantes eran cientos! con una fuerza impresionante. Tan impresionante, que levantaron todo un circo partiendo de la nada. Cada uno hacía lo que sabía hacer sin importarles el tiempo que hiciera, lo que comieran o cuando comieran… la fuerza era brutal. Pero a medida que iban levantando el circo, les iban poniendo más y más cadenas y aunque querían moverse y seguir haciendo grande el circo, con más pistas, con más trapecistas, más atados estaban. Hasta que quedaron inmovilizados. Unos murieron con heridas intentando deshacerse de las cadenas, otros por sobrepeso de no poderse mover, otros olvidaron lo que era la libertad, otros se convirtieron en autómatas, balanceándose de un lado a otro sin llegar a poder hacer ningún movimiento… Pero si, hubo una vez en que la fuerza fue inmensa, pero hubo una fuerza mayor que les mató.
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