Primer martes de mes, y aunque nunca es tarde para cambiar, hay cosas que no queremos que cambien, y entre ellas, es que los primeros martes de mes tendremos como de costumbre nuestro post colaborativo con Iñaki Gonzalez, Técnico de RRHH del Hospital de Calahorra y autor del blog SobreviviRRHHé.
Iñaki plantea lo siguiente: Estas fechas en las que estamos son propicias para plantearse cambios, reflexionar sobre cómo venimos haciendo las cosas y cambiar aquellas que no nos terminan de convencer o de dar los resultados que esperábamos de ellas.
Precisamente hoy martes, nos sorprendían nuestros amigos de Osenseis con un post escrito por Miguel Ángel Mañez titulado En tiempos de cambio así que parece ser que estamos en eso, en el momento de cambiar.
¿Cambiar por cambiar? ¿Cambiar porque está de moda?
Cuidado, todo cambio debe tener un motivo y un resultado esperado, no improvises a la hora de realizarlos y marca unos objetivos a alcanzar con los cambios planteados.
Seguro que Rut tiene mucho más que decirnos al respecto...
La verdad es que para cambiar siempre hay tiempo, como para aprender… de hecho a pesar de la edad no dejamos de adquirir nuevos conocimientos cada día y eso es una de las cosas más maravillosas de la vida ¿no?
La cuestión que nos debemos de plantear es en el para qué queremos cambiar, más que el porqué en sí mismo. Normalmente queremos cambiar a las personas que están a nuestro alrededor (compañer@s, parejas, amig@s,..) o a nosotr@s mism@s; pero ¿para qué? ¿qué es lo que queremos lograr con el cambio? ¿qué es lo que queremos conseguir?
No pensemos en las excusas para cambiar, pensemos en lo que queremos obtener y en lo satisfechos que nos encontraremos cuando nos encontremos en ese punto de inflexión que ha supuesto esa elección que tomamos ese día tomando café, charlando con un amig@, o porque no… leyendo este post… J
Cuántas veces nos habremos encontrado gente (sin importar la edad) que decide cambiar sus carreras profesionales, sus vidas porque deciden irse a otro país, estudiar una titulación universitaria totalmente diferente... hay cambios más grandes, más pequeños, más esperados, más temidos… pero todos ellos nos suponen un reto y por supuesto una recompensa ¿te apuntas al cambio?
Para finalizar, me gustaría recordar un poema que en su momento me hizo reflexionar mucho atribuido a Jorge Luis Borges. Se llama Instantes
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
Acabamos con una canción de Justin Bieber (porque somos muy modernos): Never say never
Ahora la decisión de cambiar sólo es el principio de un nuevo mañana. Tú decides
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