Esta semana estuve de curso en Madrid (sorry por no avisar... prometo hacerlo a la próxima, vuelvo prontico).
Era un curso de Management Transversal con un equipo de mandos transversales de un laboratorio farmacéutico y he de decir que fue muy enriquecedor por todos los contenidos que trabajamos y experiencias que compartimos.
La cuestión, es que en uno de los momentos de descanso y hablando de todo un poco, de temas más triviales y menos... llegamos a la conclusión de que el amor se masticaba
Cansada pero contenta. Finalizando el curso con una gran reflexión: "el amor se mastica" :)— Rut Roncal (@rutroncal) September 12, 2013
Una de las asistentes comentó que tenía una teoría, que el amor era energía y por tanto ni se creaba ni se destruía, se transformaba (he de decir que era médico, y basada en evidencias...)
Con esa teoría, ella decía que daba a sus hijos de comer amor, porque cuando ella les hacía el zumo, el desayuno, la comida... ponía tanto amor que imaginaba que toda esa energía de amor pasaba de sus manos al zumo o al alimento que fuera.
La cuestión es que esta tarde que visto la película "Love's kitchen" (narra la historia de Rob Haley, un chef de gran nombre que tiene un restaurante de éxito en Londres cuyo eslogan es “comida sencilla servida con amor“) y me ha recordado toda esta conversación, además de hacerme pensar en cuánta razón tenían estas palabras y que cuanto más amor e ilusión pones a las cosas, esto al final llega a los destinatarios.
Pero claro, esto también pasa con las emociones negativas, y aunque en nuestro fuero interno esté el disimularlo, el hecho de contener la rabia, el enfado... también se traspasa, por lo que os pido que cada vez que estemos sintiendo algo y estemos haciendo cosas al mismo tiempo... tratemos de visualizar lo que sentimos para saber lo que estamos traspasando. ¿Qué os parece?
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