Estamos en fechas que transmiten reunión, amor y alegría, pero también es una época en la que el consumismo nos rodea por todas partes. Parece que más regalos equivalen a más felicidad, cuando en realidad, la Navidad nos ofrece la posibilidad de conectar con lo esencial: la familia, los momentos compartidos, el amor y el tiempo que nos damos a nosotros mismos.
Sin embargo, no podemos olvidar que no todos viven estas fechas con la misma suerte. Este año, la DANA en Valencia nos dejó imágenes y testimonios que nos recuerdan lo frágil que puede ser nuestra realidad. Muchas familias han perdido bienes materiales y personales y se enfrentan a momentos complicados. Estas fechas se convierten en una oportunidad para mirar más allá de nosotros mismos/as y ser generosos/as, recordando que compartir es también un acto de amor (compartir es vivir :))
Por eso, quiero hablaros de un proyecto que me llegó por WhatsApp y que me ha emocionado y en el que voy a colaborar: Perletes Reials (www.perletesreials.es). Es una iniciativa preciosa que busca que niños y mayores, especialmente aquellos que atraviesan momentos difíciles, puedan recibir un regalo en Navidad. Se trata de unir esfuerzos para que todos sientan que son importantes, que no están solos y que un pequeño detalle puede hacerles sonreír (Hay otro proyecto similar (https://www.reyesmajos.org) que funciona todos los años y que también nos permite colaborar llevando ilusión más allá de nuestras casas y nuestros árboles de Navidad.
Este año, no es mi mejor año, pero es Navidad y vamos a crear recuerdos especiales y compartirlos ¿verdad? Hablando de compartir.. a ver qué os parece este cuento, El Pan de Navidad, de Katherine Paterson
"En vísperas de Navidad, una familia humilde prepara un pan especial que han cocinado cada año como tradición. Es un pan grande, delicioso y perfumado, reservado para la celebración familiar. Pero cuando la madre se entera de que una familia vecina está pasando hambre y no tienen qué comer, toma una decisión difícil: regalar el pan de Navidad que tanto habían esperado.
Los niños, al principio, no entienden por qué deben renunciar a algo tan especial. Sin embargo, cuando ven la felicidad y el agradecimiento en los rostros de los vecinos, comprenden el verdadero significado de compartir. Aquella noche, en lugar de sentir que les falta algo, la familia se siente más unida y feliz que nunca, porque han compartido lo poco que tenían con quienes más lo necesitaban".
La historia nos recuerda que compartir no se trata de dar lo que nos sobra, sino de ofrecer algo valioso que puede transformar la vida de los demás. El amor, la empatía y la generosidad son los ingredientes más importantes para celebrar la Navidad.
Preguntas de introspección para esta Navidad
- ¿Qué es lo que realmente hace especiales estas fechas para ti?
- Si tuvieses que elegir solo un regalo, ¿cuál sería y por qué?
- ¿Cómo puedes compartir lo que tienes con quienes más lo necesitan?
- Piensa en un momento feliz de tu infancia en Navidad: ¿qué lo hizo tan especial? ¿Era algo material o algo más?
- ¿Hay alguna tradición navideña en tu familia que podrías transformar en un acto de amor hacia los demás?
La regla de los 4 regalos: menos es más
Y hablando de regalos, quiero compartir una pauta muy interesante para evitar saturar a los más pequeños en estas fechas. La regla de los 4 regalos nos ayuda a mantener el equilibrio y enseñar a los niños el valor de lo que tienen:
- Algo que deseen mucho. Un juguete o algo que realmente les ilusione.
- Algo que necesiten. Puede ser una mochila, unas pinturas, o algo útil en su día a día.
- Algo para leer o aprender. Un libro, una entrada a una actividad o cualquier cosa que estimule su curiosidad.
- Algo para ponerse o llevar. Ropa, zapatos, algo práctico y necesario.
Esta regla no solo reduce el consumismo, también ayuda a los niños a valorar lo que reciben y a disfrutar de cada regalo (gracias a @malasmadres y @melusalejandra que lo recordaron por Instagram)
Esta Navidad, más allá de las luces, los regalos y las prisas, volvamos a lo esencial. Seamos generosos/as, compartamos, dediquemos tiempo a los nuestros y recordemos a quienes lo necesitan. Porque, al final, lo que queda no es lo material, sino los momentos, el amor y las sonrisas compartidas.
Te invito a que esta Navidad te unas a iniciativas como Perletes Reials, que marcan la diferencia y nos recuerdan el verdadero espíritu de estas fechas.
¿Y tú? ¿Cómo vas a conectar con lo esencial esta Navidad? ¡Te leo!