Petardos en la calle, originalmente cargada por rutroncal.
Viendo a este niño, me recuerda todos los momentos que se quedan en nuestra memoria cuando somos niños y que de mayores nos gustaría recuperar porque no los vivimos con suficiente intensidad.
Cuantas más emociones se ven implicadas en lo que vivimos, más intenso se hace su recuerdo y más nos permite disfrutar del mismo.... así como podemos aprender y analizar lo que hemos vivido para ser capaces de identificar todos los elementos que participaron...
Con esta reflexión... también encontramos un cuento: El árbol que perdió su infancia.
Pinto era un pino de Oregón que, desde pequeño, soñaba con ser grande. Su especie llegaba a alcanzar los sesenta metros. Le habían dicho que la vista desde las grandes alturas era maravillosa. Sus amigos le mostraban distintas bellezas naturales, pequeñas plantas, flores, insectos, grandes animales y hasta personas, pero no les prestaba atención; iba creciendo y siempre sucedía lo mismo, lo único que le interesaba era lograr una gran altura. Al llegar a la estatura deseada, confirmó que el panorama desde tan alto era espectacular. En las conversaciones con sus amigos, escuchaba cosas muy extrañas para él, hablaban de chicos jugando a la pelota, de perros que corrían, de abejas que se posaban sobre las flores, y cantidades de comentarios sobre seres que no llegaba a distinguir desde allá arriba. Pero ya no pudo bajar para conocerlos, se los había perdido mientras esperaba llegar bien alto.
El futuro es para soñar; el presente, para disfrutar.
Autor: Gustavo Fingier http://cuentosqueabrirantucorazon.blogspot.com
Y vosotr@s ¿qué opinais?
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