domingo, 7 de diciembre de 2014

Por qué lo llaman “final” cuando quieren decir…

Último mes del año y nueva colaboración con nuestra compañero de fatigas, líneas y desvelos… Iñaki González, autor del blog Sobrevivirrhé
Iñaki, cuéntanos… ¿porqué el título y la foto?IMG-20141031-WA0006
En esta ocasión, y parafraseando el título de aquella película española (pelín cutre, por cierto) de “por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo”, queremos reflexionar sobre finales que parecen comienzos, comienzos que no dejan de ser muertes anunciadas, y/o viceversa.
Porque a veces un final no es más que el primer paso de algo bueno, que no tiene por qué ser peor que lo anterior. Es más, en determinadas ocasiones, debemos cerrar una puerta antes de abrir la siguiente, oh wait, que esto lo dijo Fernando Alonso al dejar Ferrari y fichar por McLaren-Honda (aunque a fecha de publicación de este post posiblemente no se haya hecho oficial todavía el secreto peor guardado de la historia de la Fórmula1, jajajaja…)
Ya me he dispersado, es lo que tiene la múltiple personalidad. Retomo, Rut, no me riñas.
Se acaba el año, pronto todos estaremos haciendo nuestros propósitos para el nuevo año que ya llega (aunque nosotros eso lo dejamos para la entrada del primer martes de enero). Y antes de abrir nuevas puertas, nuevos proyectos, nuevas ilusiones, tal vez sea conveniente cerrar todos aquellos proyectos que hemos empezado en 2014, los que finalizaron con gran éxito (por aquello de no vivir de los éxitos pasados), los que se quedaron por el camino (cerrar heridas para que dejen de doler), y los que se quedaron en eso, en meros deseos y nunca supimos o pudimos llevarlos a la práctica.
Soltar lastre para poder remontar el vuelo de nuevo… y diciembre es el mes ideal para hacer balance.
¿Qué me dices Rut?
La verdad, es que es una buena reflexión, a veces es necesaria una pequeña muerte para que exista una vida ¿Acaso no muere la oruga para convertirse en mariposa? ¿o el espermatozoide para dar lugar al embrión? … en realidad todos los finales son un comienzo de algo, quizás otra cosa, quizás de una variación, quizás de un nuevo estado… y para empezar renovad@, es importante lo que dices Iñaki, es importante “cerrar” lo antiguo, cerrar lo viejo para permitirnos empezar con todas las energías y poder disfrutar del cambio.
El ser humano en general lleva mal el cambio, el salir de la zona de confort y enfrentarte a lo novedoso, a lo desconocido, en ocasiones aterra y hace que no te entregues del todo y que pongas tu foco en lo anterior. Lamentablemente cuando esto pasa corremos el riesgo de darnos cuenta de que se nos ha pasado la oportunidad de disfrutar por estar mirando hacia atrás… y hasta que no lo pasamos de largo no lo apreciamos.
Deberíamos hacer un balance no sólo para ver los proyectos que acaban y los que empezaran, sino también para apreciar el camino recorrido, para valorar lo que hemos aprendido, qué personas nuevas han entrado en nuestra vida, quiénes siguen estando ahí y quienes han vuelto a nuestro lado sin darnos cuenta… A fin de cuentas la vida es la suma de los momentos ¿no?
Un esquema que nos puede venir fantástico para hacer este balance, es hacernos una tabla tal que así:
Situación / Proyecto / ActividadQué voy a empezar a hacerQué voy a cambiar y/o hacer diferenteQué voy a dejar de hacerValoración personal¿Para cuándo? ¿Qué plazo me doy?
 
 
Los proyectos son algo más que un todo o nada, son algo más que un resumen, hay proyectos que no desaparecen… sólo cambian. Y viene bien concretarlo y darle temporalidad para que si han estado “en la estantería” colocarlos en el sitio que les corresponda.
Cuando tomamos conciencia de nuestros proyectos, de nuestros aprendizajes y del camino recorrido nos hacemos responsables del avance y tomamos control de la dirección hacia la cual queremos dirigir nuestro destino. Lo importante es que no nos rindamos, porque a nuestro alrededor hay personas que están a nuestro lado… e incluso nosotr@s mism@s cuando somos conscientes de lo que hemos andado… seguimos hasta la meta.
Y como es el último mes del año… y ya se sabe que nos pone en un estado de romanticismo tremendo… en lugar de un cuento, me gustaría compartir un poema de Mario Benedetti. Para eso, para que no nos rindamos
No te rindas, aún estás a tiempoDe alcanzar y comenzar de nuevo,Aceptar tus sombras,Enterrar tus miedos,Liberar el lastre,Retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso,Continuar el viaje,Perseguir tus sueños,Destrabar el tiempo,Correr los escombros,Y destapar el cielo.No te rindas, por favor no cedas,Aunque el frío queme,Aunque el miedo muerda,Aunque el sol se esconda,Y se calle el viento,Aún hay fuego en tu almaAún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseoPorque lo has querido y porque te quieroPorque existe el vino y el amor, es cierto.Porque no hay heridas que no cure el tiempo.Abrir las puertas,Quitar los cerrojos,Abandonar las murallas que te protegieron,Vivir la vida y aceptar el reto,Recuperar la risa,Ensayar un canto,Bajar la guardia y extender las manosDesplegar las alasE intentar de nuevo,Celebrar la vida y retomar los cielos.No te rindas, por favor no cedas,Aunque el frío queme,Aunque el miedo muerda,Aunque el sol se ponga y se calle el viento,Aún hay fuego en tu alma,Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,Porque esta es la hora y el mejor momento.Porque no estás solo, porque yo te quiero.

 ¿Y ahora? ¿Cómo nos vamos a plantear este nuevo comienzo? ¿Qué esperamos de 2015?
Volvamos a empezar… que suene de fondo Michel Bubblé. ¿Qué te parece Iñaki?

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