Últimamente, tanto en las entrevistas que hago como en los cursos que imparto, la gente presume de ser asertiva y/ o con empatía.
Parece ser que todo el mundo se ha concienciado que ser empátic@ y ser asertiv@ "vende", que es lo que todos queremos oír, sobre todo si estamos hablando de procesos de selección, y encuentran la manera de destacarlo de alguna manera a lo largo de la entrevista.
Lo más absurdo del asunto, es que ya me he encontrado en más de una situación, en la que el candidat@ en cuestión acaba de destacar su capacidad de conectar y empatizar con todo el mundo así como su capacidad de escucha y no se da cuenta de que lleva 30 minutos hablando sin parar y sin visos de dejar de hacerlo. Su comportamiento demuestra la verdadera realidad.
En primer lugar hay que diferenciar la asertividad de la empatía. Son dos habilidades relacionales que serán efectivas profesionalmente en función del puesto que tengamos que desempeñar. Por regla general, la asertividad será un tipo de comportamiento deseable en cualquier tipo de posición y sin embargo el ser excesivamente empático no será conveniente en ciertos puestos (lo que no quiere decir que no valoremos la estabilidad emocional y/o madurez).
La asertividad, es el tipo de comportamiento que aprendemos a adoptar gracias a las relaciones sociales. Es la forma efectiva de interrelacionarnos facilitando la comunicación transparente, el respeto mutuo, la autoconfianza, la educación, la escucha, la firmeza sin imposición, etc... en realidad, si nuestra profesión exige que estemos en contacto con las personas de forma constante, aunque no conozcamos la palabra... seguramente seamos tendentes a ser asertivos. ¿Por qué? porque todo el mundo sabe cómo se debe comportar con la gente (el famoso "no hagas lo que no te gustaría que te hicieran a tí y trata a la gente como te tratarías a tí mismo")
La empatía es un proceso de conexión interpersonal más complejo, porque no sólo conlleva la comunicación entre dos personas, sino significa conocer las emociones de nuestro interlocutor y sentir lo que está sintiendo en una situación en concreto. Es por esto mismo, que en determinadas posiciones no sea conveniente ser excesivamente empático si eso de alguna forma va a afectar a la objetividad de nuestra toma de decisiones. Hemos de asumir, que empatizar, significa comprender, no aceptar.
Bien, la conclusión a la que me gustaría llegar, es que para trabajar la asertividad y la empatía, como primer pilar ha de existir la honestidad, el ser íntegro y coherente. Tanto si hacemos una entrevista como si estamos en un proceso de coaching eso es lo más importante. No presumamos de algo que no somos cuando los hechos, nuestros comportamientos son contrarios a lo que presumimos ser.
Foto sacada de elgatomenta en flickr